Editorial Comment
M. en A. Héctor César Escudero Castro
Editor en jefe
Revista Gremium
En el discurso reflexivo del patrimonio urbano-arquitectónico, temas que recurrentemente están en el radar de los investigadores son, por un lado, la preocupación por comprender la apreciación y la profundidad del significado de los productos edilicios que conforman este legado; por otra parte, y como un mayor reto, se encuentra la identificación y reconocimiento de los valores que se les consideran intrínsecos a estos productos. Es por eso por lo que, trabajos puntuales que aborden estas inquietudes, siempre representarán un aporte para el análisis y meditación sobre el tema.
En una perspectiva regional el estudio del patrimonio lleva invariablemente al cuestionamiento de los factores, tanto sociales, políticos y económicos, que, en la actualidad, en este caso, encaran la confrontación, entre la tradición y la modernidad y entre la continuidad y el cambio. Confrontación que definirá la suerte de la memoria construida y el camino que recorrerán los grupos sociales. Y en un futuro no muy lejano, se podrán ver y analizar los resultados -tanto benéficos como erráticos- y si las predicciones que cuestionaron o avalaron estas acciones resultaron ciertas.
Acotando la escala a un espacio como los denominados centros históricos, los debates parten de la premisa de que dicha denominación, la adquieren estos lugares, por el hecho del emplazamiento que ahí se dio de variadas edificaciones desde épocas remotas, las que han servido para identificar, delimitar y definir el carácter de cada uno de los referidos centros; sin embargo, las modificaciones, transformaciones y/o desaparición que han experimentado las construcciones, motivan cuestionamientos sobre la veracidad del calificativo, lo que a su vez, de manera permanentemente genera trabajos que muestran la preocupación por entender, definir y conservar el patrimonio construido.
La certidumbre sobre esta herencia y por ende su cuidado, restauración y conservación, pasa incuestionablemente por el campo de la historia, pues el material documental o edificado es en sí un hecho histórico. Es por ello por lo que, como en todo tiempo, es indispensable continuar con investigaciones dentro de la disciplina histórica, que sumen conocimiento, generen uno nuevo o incluso, falseen el que se tenía por verdadero. Cada develo de las incógnitas del pasado, nos fortalece en el amplio quehacer abocado a la memoria materializada y en esta referencia, es donde la frase que indica que cada generación debe reescribir su historia, adquiere sentido.