a Alejandro Suárez Pareyón
Recibido: 23 de mayo del 2025 | Aceptado: 27 de agosto del 2025 | Publicado: 31 de agosto del 2025
Resumen
Salvador Urrieta en su último libro publicado, retoma los dos temas que han caracterizado su trayectoria académica y de ejercicio profesional: el patrimonio y el espacio público de la ciudad construida, coincidiendo en muchos casos con la ciudad histórica, en cuyo ambiente confluyen aspectos sociales, económicos, culturales y funcionales. La mayor parte de las ciudades son producto de complejos procesos de evolución desde sus orígenes hasta el tiempo presente, entonces podemos asegurar que en sus espacios urbanos y arquitectónicos existe alguna forma de expresión histórica y cultural que puede ser reconocido como un patrimonio colectivo que pertenece a todos sus habitantes. Así el autor nos propone una visión diacrónica de la ciudad, en donde la historia y la memoria están presentes.
Palabras clave: espacio público, patrimonio, ciudad construida.
Abstract
In his latest published book, Salvador Urrieta revisits the two themes that have characterized his academic and professional career: heritage and the public space of the built city, which often coincide with the historic city. In this environment, social, economic, cultural, and functional aspects converge. Most cities are the product of complex evolutionary processes from their origins to the present day. Therefore, we can assert that in their urban and architectural spaces, there is some form of historical and cultural expression that can be recognized as a collective heritage belonging to all its inhabitants. Thus, the author proposes a diachronic vision of the city, where history and memory are present.
Keywords: public space, heritage, built city.
Reseña
Durante la primera mitad del siglo XX el desarrollo de la economía capitalista en occidente y la modernización de la ciudad histórica, aunada al crecimiento extensivo de la urbanización, tuvo efectos negativos sobre el patrimonio cultural, motivando las primeras iniciativas concertadas a nivel nacional e internacional para recuperar la ciudad antigua. A partir de las dos últimas décadas del siglo XX la economía globalizada ha modificado en las ciudades la localización de las inversiones, contribuyendo a la discusión sobre la pertinencia de los modelos “ciudad compacta” y “ciudad difusa”, ambos con implicaciones distintas en cuanto a condiciones ambientales, actividades económicas e inversiones necesarias en infraestructuras y equipamientos para el bienestar de la población, ya sea para consolidar la ciudad construida o para alentar la creación de nuevas centralidades en procesos de expansión y baja densidad.
La globalización ha provocado un ambiente generalizado de competencia entre las ciudades, para captar inversiones y mover capitales en variedad de formas que permitan su mejor reproducción, favoreciendo, además, la realización de grandes eventos que atraigan el interés del turismo nacional e internacional, con el consecuente incremento del consumo local. En ese contexto la recuperación de los espacios centrales con valor histórico adquiere relevancia estratégica, pero no solo ocurre en los centros ya reconocidos, también ese fenómeno puede llegar a reproducirse en una misma ciudad en las centralidades periféricas en pueblos y barrios tradicionales o antiguos, rebasados por la expansión urbana, que a su escala reproducen esquemas semejantes a los ocurridos en la ciudad central.
Convencionalmente la noción de patrimonio histórico urbano se relaciona con sitios y edificios o monumentos, articulados por espacios públicos que pueden extenderse más allá de esos conjuntos históricos. Y siguiendo a André Chastel y Jean Pierre Babelon se plantea la noción de patrimonio basada en capas superpuestas de hechos ancestrales relacionados con símbolos, objetos, lugares, edificios o bienes materiales, adquiriendo prestigio y produciendo “hechos patrimoniales” relacionados con lo religioso, familiar, político, nacional, administrativo y científico.
En este libro su autor establece un recorrido dialógico con otros autores con quienes tiene afinidades teóricas sobre el patrimonio urbano, en particular con Françoise Choay, fijando posiciones en cuanto a su posible interpretación y planteando conceptos que puedan definirlo como un conjunto de hechos patrimoniales, imagen totalizadora y la conciencia de diversas ideas que puedan explicar la producción y uso del espacio. Exponiendo, además, a través de experiencias en Francia, Italia, España y por supuesto en México, los instrumentos legales para el reconocimiento y protección del patrimonio y las prácticas de gestión urbana; haciendo también observaciones a las cartas, manifiestos y declaraciones internacionales, para llegar al final del recorrido a construir un discurso propio sobre el espacio público y los paisajes históricos urbanos.
Tiempo, espacio, gobiernos locales, cultura de los habitantes e intereses diversos de los grupos de poder económico, van modelando las transformaciones de la ciudad y su arquitectura, construyendo sobre la ciudad histórica la idea de un valor patrimonial que puede ser reconocido y apropiado por la sociedad creando un legado para generaciones futuras, lo que el autor llama “la ciudad hereda la ciudad”.
El espacio de la ciudad y su arquitectura reconocido como patrimonio histórico institucionalizado y oficializado, amerita estar bajo la tutela del Estado bajo un orden legal que asegure su conservación y proyección pública, con un aparato administrativo que asegure su gestión. Esas responsabilidades pueden rebasar los recursos de cualquier gobierno y tratándose de un patrimonio aprovechable para el uso y goce de ese bien público, su preservación también es responsabilidad de vecinos permanentes y de residentes temporales que acuden a los lugares para realizar diferentes actividades. El reconocimiento social de ese legado requiere de un aprendizaje, apoyado por una toma de consciencia producto de las vivencias y las prácticas de sus habitantes (Françoise Choay). La posible participación vecinal asociada con quienes tienen el conocimiento teórico y técnico sobre la conservación patrimonial y su valoración puede devenir en una forma de gestión democrática de la ciudad histórica, para que el interés público prevalezca sobre intereses particulares generalmente relacionados con el capital inmobiliario.
Las centralidades históricas no son ajenas al resto de la ciudad, por eso su ordenamiento y gestión son asunto de política pública y deben formar parte de un modelo dinámico de planificación urbana que conciba a la ciudad como un todo, integrado por una diversidad de espacios públicos, edificios y paisajes en donde tienen lugar distintas expresiones de carácter histórico y cultural; pero que pueden conservarse, reciclarse o incluso ser objeto de intervenciones importantes para responder, tanto a los requerimientos de la ciudad actual como de la ciudad futura, sin detrimento de su significación patrimonial y contribuyendo al fortalecimiento de la memoria colectiva de sus habitantes.
Lograr lo anterior implica un importante desafío en la práctica profesional de quienes tienen la responsabilidad de actuar en los espacios históricos de la ciudad o incidir en la toma de decisiones sobre políticas públicas, planes de actuación y proyectos arquitectónicos y urbanos específicos; lo que lleva a la necesaria transformación del modelo académico dominante con el que se pretende formar o especializar a los futuros actores que tendrán a su cargo la planeación, el diseño y la construcción o reconstrucción del espacio heredado.
Así el propósito de este libro es explorar y valorar la articulación entre la ciudad tradicional heredada y el mundo urbano de hoy, siguiendo las transformaciones del espacio público; su contenido está dirigido a quienes están interesados en conocer o estudiar la forma urbana y la arquitectura histórica como producto de conocimiento y realización, en donde convergen diversas disciplinas, pero muy especialmente está dedicado a quienes se encuentran en etapas tempranas de su formación académica o iniciando su práctica profesional, esperando que en su lectura puedan encontrar fundamentos y criterios para repensar y definir su actuación en espacios y conjuntos urbanos que forman parte del patrimonio de la ciudad.