Editorial Comment
Dra. Mildred Moreno Villanueva
Coordinadora invitada
Revista Gremium
Espacio público patrimonial. Pasado, presente y futuro
Las ciudades se encuentran en constante cambio, y es en el espacio público donde queda la memoria del lugar, a través de su traza urbana, sus calles, sus plazas, parques, jardines y alamedas que, en conjunto con sus prácticas y vivencias, así como, sus envolventes edificadas se convierten en nuestro patrimonio.
El sentido del espacio público patrimonial son sus valores, simbolismos e identidad que constituyen un legado cultural importante para una sociedad y su ciudad, en tanto cumpla con una función integradora entre la arquitectura y el espacio abierto que impacte en el uso y disfrute del usuario para un funcionamiento adecuado de la ciudad; sin embargo, adquiere mayor complejidad aun cuando se coloca por encima del valor de uso, el valor de cambio, tal como se observa en el artículo “Metodología para la valoración del impacto patrimonial arquitectónico en el espacio urbano: Unidad Médica Familiar Número 40” de los autores Genaro Hernández-Camacho y Juana Cecilia Ángeles-Cañedo, en donde se establece cómo los valores de inversión y financieros pueden estar ajenos a los valores sociales en vez de integrarse. Este artículo entonces presenta una contribución muy importante en el contexto de la valoración: ontológica, vital, ética, social, cultural, histórica, lógica, formal, estética, y emblemática, valores que se observan en los contextos urbanos tomando en cuenta las condiciones que se construyen de manera integrada e interrelacionada de lo espacial con lo social, aspectos que no deben en ningún momento estar desvinculados.
En este mismo sentido, vemos cómo cuando existe esta desvinculación de lo social y lo espacial en su constitución de patrimonio, se pueden crear espacios violentos, y es en los espacios de movilidad, de transición entre territorios donde se corre este riesgo, como lo refiere Juan Antonio Martínez-Tapia en su artículo “Esconder la memoria bajo el concreto: manifestaciones del poder y violencia infraestructural en Ecatepec de Morelos”, donde a partir de un proceso de urbanización se contribuye a mantener la marginación y desigualdad estructurales en ese territorio dejando ver la destrucción del patrimonio, el deterioro ambiental y el despojo de sus habitantes.
Finalmente, la reseña que presenta el autor Alejandro Emilio Suárez Pareyon del libro “Espacio público: de la memoria urbana al proyecto local” de Salvador Urrieta García, manifiesta en sus palabras cómo las ciudades pueden ser producto de diversos procesos en diferentes tiempos de su constitución como ciudad, con una forma de expresión histórica y cultural que puede ser reconocido como un patrimonio colectivo que pertenece a todos sus habitantes, donde se presenta como un desafío la participación activa en la toma de decisiones sobre políticas públicas, que culminen en planes de actuación, proyectos arquitectónicos y urbanos que de alguna manera impidan que, como se expresa en los artículos de este número, predominen intereses económicos por encima de lo social y espacial.